No acabamos de entender que un producto que se ha hecho para la televisión se exhiba antes en las pantallas comerciales de cine y máxime si es un documental, que suelen tener menos aceptación todavía que una película normal con su argumento y sus actores.

Título:	AMAZONAS: EL CAMINO DE LA COCAINA
Tit. Orig.:	AMAZONAS. EL CAMINO DE LA COCAINA
Nacionalidad:	ESPAÑA, 2014
Dirección:	DAVID BERIAIN
Guión:	FERNANDO UREÑA
Fotografía:	SERGIO CARO
Música	ANDRÉ DZIEZUK
Interpretes:	Documental
Censura:	NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 16 AÑOS
Duración:	94 MINUTOS

 Por  PACO CASADO

   No acabamos de entender que un producto que se ha hecho para la televisión se exhiba antes en las pantallas comerciales de cine y máxime si es un documental, que suelen tener menos aceptación todavía que una película normal con su argumento y sus actores.
 Así ocurre con este film que ha sido realizado para proyectarse en Discovery Max dentro de pocas semanas.
 Debido a ello ha sido programado en poquísimas salas en toda España y en la mayoría de ellas en una única sesión, ya me dirán qué beneficio se le va a sacar a esa exhibición.
 De todas formas ahí queda para satisfacer la curiosidad de los espectadores que sean aficionados a este género.
 La cinta gira en torno a la cocaína y así se hace un recorrido por todo el proceso que necesita este producto, desde el cultivo por parte de los campesinos para los que es su medio de vida y alimento, lo que representa su lado más humano, hasta pasar por la elaboración de la hoja de coca en droga y finalmente su distribución por parte del narcotráfico.
 Para el campesino no le supone ningún cargo de conciencia ya que ellos venden la hoja a todo el que se la compra, sin preguntar qué se va a hacer de ella, porque igual la adquiere el Estado, lo cual es legal, para hacer de ella un uso medicinal ya que de los catorce componentes que la integran tan sólo uno es alcaloide, pero si se compra de forma ilegal para ser convertida en droga, mata a más gente que cualquier guerra.
 La historia parte del valle del Vrae, en los Andes peruanos, de donde sale el veinte por ciento de la producción mundial, pero el Estado quiere acabar con buena parte de este cultivo.
 Cultivadores, químicos, mulas, transportistas, grandes distribuidores, capos de los cárteles, sicarios, son el objetivo de la cámara de este curioso documental.
 A lo largo del mismo vemos cómo proliferan los laboratorios ocultos en la selva, cómo se cocina y cómo se distribuye a veces por los llamados mochileros que atraviesan las montañas hasta Bolivia con riesgo de sus vidas al ser asaltados, robados y asesinados, para ganar 300 dólares por llevar 12 kilos o el transporte aéreo con avionetas para trasladar 300 kilos con los que ganar 30.000 dólares, con idéntico riesgo de sus vida al ser perseguidos por los Garras, que así llaman a los cuerpos de élite de la policía boliviana.
 Finalmente se entrevista a un narcotraficante que cuenta la guerra entre bandas y cómo llegan al asesinato, a veces incluso de sus propios familiares, cuando éstos no respetan las reglas.
 Todo ello es lo que se cuenta en este documental que, por supuesto tiene su interés más por lo que se nos da a conocer que por la calidad cinematográfica del mismo, aunque esté montado con agilidad y en su realización también haya habido un cierto riesgo en la filmación de determinadas escenas y situaciones.
 Está dirigido por el periodista y director español David Beriain, expuesto con honestidad y veracidad, sin manipulación, con un guion bien ordenado para conocer esta droga desde su raíz hasta las muertes que ocasiona a mano de sicarios como Gato que mata por 30 euros, algo que resulta realmente escalofriante.

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